Blog

public/blogs/1641501657-tele.jpg

14 Septiembre, 2020 | La Tele

Allá por el año ‘83 tenía un televisor blanco y negro que cada vez que cambiaba de canal parecía que tenía una matraca de madera. ¡Hacía un ruido! Y tenía que mover la antena del techo con un palo de escoba para que se vea sin interferencias. Me acuerdo cuando miraba Invasión Extraterrestre. O El Pájaro canta hasta morir. Volvía del colegio y miraba eso, siempre en tonos grises, obvio. Pasaron muchos años, de sacrificios y pruebas. Imprenta, heladería, de todo. Hubo momentos altos y bajos, sobre todo de estos últimos, pero siempre firme y fuerte.

También recuerdo que jugaba mucho al fútbol. Era 4, como Hernán Díaz. Pasaba la pelota o el jugador, pero jamás los dos juntos. Era de armas tomar. Hoy sólo lo veo por TV. No me puedo mover ni con un grupo electrógeno por los kilos que fueron viniento. Pero siempre la llevamos con fuerza, tratando de cumplir esa meta que todavía no sé cuál es. Sí tengo objetivos, y pongo toda la garra para cumplirlos. Cuando tenía la imprenta, cuando tenía la heladería y otros tantos negocios que tuve en mi vida siempre traté de progresar. Sin embargo, el logro más grande en mi vida fueron las mellizas, mis hijas. Ellas vinieron a esta vida a decirme y demostrarme que nada es imposible, que todo se puede, que el secreto está en uno mismo. Con energía positiva, mucha paciencia y perseverancia todo se puede lograr.

Miro para atrás y veo donde estamos hoy, a full con el trabajo, generando empleo y creciendo en el peor momento del mundo. ¡Qué más podemos pedir! Sólo sentir orgulloso de todo lo que hicimos bien. Humildad, respeto y jamás olvidarnos de dónde venimos, esos son los condimentos para el éxito. Fracasar muchas veces para poder cuidar el presente, perder muchas veces para poder saborear mejor cuando toca ganar.

Dividir y ser feliz. Compartir y acompañar. Respetar y premiar. Eso es lo que hacemos con los compañeros de la empresa. Y hoy nos vemos en América TV, en “Polémica en el bar”. Me veo dentro de un Tótem y no lo puedo creer, poder estar en un canal de aire. Día a día agradezco a Dios por todo los que nos pasa. De mirar la TV blanco y negro a estar presente con mi empresa en uno de los programas más importantes de la televisión argentina. Jamás pensado. Jamás imaginado. Nunca pienses que no se puede. Siempre intentalo. Si yo pude, vos también podes. Ojalá mi experiencia sirva para contagiar tu corazón.

JBLB 🦁

Leer Historia
public/blogs/1641501601-asalto.jpg

1 Septiembre, 2020 | Asalto

Mi primer asalto fue en 1984, a los 11 años. En esa época cursaba quinto grado y justo me tocó encargarme de la organización, que para los más jóvenes que me leen, así se llamaba al “baile” en esa época. Yo vivía en una casa de madera, las famosas prefabricadas. Y como ya conté en alguna oportunidad, el baño estaba afuera de mi casa, lo que complicaba las cosas sobre todo los días de lluvia. Pero yo estaba orgulloso de recibir a mis amigos, tanto, que le pedí prestado el Winco a mi tío. Recuerdo que tenía dos discos, uno de Creedence y otro que se llamaba “Llená tu cabeza de Rock 84”.

Me empecé a preparar. Era verano, así que me podía bañar con agua fría en el fuentón de acero inoxidable que usábamos. ¡Me tiraba jarrazos de agua! Me puse el jean, en esa época usaba talla 40, y mis zapatillas color turquesa que me había comprado con un sueldo que me dieron por repartir verduras y frutas arriba de un carro tirado por un caballo. Completé con una camisa Angelo Paolo que no me acuerdo quién me regaló. Era un dandy. Toda la pinta y pilcha tenía. Me rocié con el perfume “Wild Country “de Avon que le afané a mi viejo, y quedé listo para la pista. Colgué dos lamparitas, una azul y una roja. Me sentía John Travolta.

Empezaron a llegar los chicos y las chicas. Yo ponía la música como si fuera un gran DJ, pero con el winco. y bailaba los temas de esa época. Los pibes tomaban el jugo Naranjín, que era como una naranja de plástico congelada. Y también estábamos a full con las mielcitas. En un momento de la tarde noche empezaron a sonar los lentos. Ahí dejamos de hacernos los cancheros para pasar a ser románticos y enamorados. Bailamos sólo tres temas, porque se venía lo mejor de la noche: El juego de la botellita. ¡Qué lindo! Obviamente que yo no tenía suerte. No se me daba con la que me gustaba, pero igual eran todas lindas. Algún beso ligaba. Y cuando se daba parecía que levitaba, ¡qué hermosa época, qué lindos recuerdos!

Hoy me pongo a pensar, después de 35 años de ese momento en el que me sentía el gran DJ pasando música en un Winco, que estoy fabricando sistemas de sonidos para iglesias con Nexos Trading Argentina, una de mis empresas. ¡Quién lo diría, quién lo pensaría! Quizás el destino estaba marcado y me tenía preparado esto. Nunca nos olvidemos de dónde venimos, qué hacíamos, qué teníamos, que los recuerdos siempre estén presentes. Recordá para mejorar, recordá para no olvidar y siempre tendrás qué contar y qué mejorar en la vida.

JBLB 🦁

Leer Historia
public/blogs/1641501352-felicidad.jpg

14 Agosto, 2020 | Felicidad

Vivimos el peor momento del mundo en lo que va de este siglo. Cuarentena, muertes, tristeza, falta de trabajo, empresas que cierran, épocas de aprovechadores y buitres. Pero siempre hay una luz de esperanza. Siempre hay personas honestas y sensibles, no todo está perdido para los emprendedores.

Mi visión de la realidad es lo que pasa en mi empresa. Y compartirlo motiva y entusiasma a otros a no dejar de soñar, a no dejar de intentar, a jamás bajar los brazos. Desde que empezó este duro momento llevamos incorporadas a ocho personas más, que son ocho familias que pueden pensar en un mejor futuro. ¡Cómo no compartir mi felicidad con ustedes! ¡Cómo no ser feliz si hacés feliz a otros! ¿Por qué no decirlo? Hoy volvimos a hacer los que hacemos todos los años para el Día del Niño. El domingo, 400 chicos que asisten a comedores recibirán un juguete. ¿Qué culpa tienen sobre lo que pasa en este mundo? Nosotros pensamos en sacarles una sonrisa en su día. Ellos son nuestro futuro, pero están indefensos y vulnerables en esta época. Es difícil ser feliz en esta época, pero yo me siento vivo y más fuerte que nunca, viendo a mis hijas, Bere y Orne, felices, ¿qué más puedo pedir? Ayudemos a ayudar. Compartamos y motivemos a todos. Poquito o mucho, pero algo tenemos que hacer. Y es bueno contarlo, para que otros se copien y dejen la codicia de lado. Todos terminamos en el mismo lugar al final, no nos llevamos nada de este mundo. ¿Saben? A cada persona que entra a mi empresa le digo “yo te aseguro trabajo y futuro, el resto depende de vos”. Mi objetivo es que esta gran familia que trabaja conmigo tenga un gran corazón para compartir su experiencia junto a un loco lindo. Sé que se puede ser diferente, que es posible ayudar a cumplir sueños.

Por eso, amigos míos, la felicidad también se comparte y se tiene que transmitir, para que aquel que esté subiendo la montaña, sepa que alguien ya la subió, y llegó. Por eso te aliento y te grito “¡Dale, che, falta poco, no aflojes!”.

JBLB 🦁

Leer Historia
public/blogs/1641501277-raspaditas.jpg

2 Agosto, 2020 | Raspaditas

Hoy quiero contarles una de esas historias que, por más que terminan en lo que podríamos llamar un fracaso, a la larga me terminó sirviendo de experiencia y la pude aplicar tanto en mis empresas como en la vida para no repetir los mismos errores.

Lin era el dueño de un supermercado con el que se había armado una relación casi de amigos. Yo tenía en ese momento una imprenta, y él me llamaba todos los días para consultarme precios y cosas relacionadas a los folletos full color con las ofertas de los productos. Cada diez días viajábamos a Zárate a buscar la seña de los trabajos en un Fiat 147 que teníamos. ¡Qué lindos recuerdos!

El chino Lin siempre estaba un paso adelante sobre ideas de promociones. ¡Hasta un auto 0km regaló en un sorteo! Un tipazo. Un día me llamó por teléfono y me dijo: “Javi, ¿vos haces raspaditas?”. Obviamente le dije que sí. ¡Dios mío, en qué lío me metí! Corté el teléfono, reuní a Jessica y a mis hermanos, y les dije que teníamos que hacer unas raspaditas para un sorteo, porque Lin iba a obsequiar una Play Station 3. Me miraron todos asustados. La pregunta se caía sola ¿Cómo las hacemos? Mi respuesta fue contundente “no tengo la menor idea, pero las tenemos que hacer”. Ese día encima estábamos a full de trabajo. Mientras Jessica separaba y embalaba folletos para un cliente que se llamaba Promofiesta, nosotros empezamos a diseñar para imprimir las raspaditas. En algunas decía “seguí participando”. Había otras que regalaban una gaseosa, y una sola entre las 10.000 tenía la ganadora de la PS3.

Pero cometimos un error: en el pliego habíamos puesto 20 (sí, veinte) PS3, por las dudas que no cubriera la tinta que hacía la raspadita, simplemente a modo de backup. Mientras empezaba la odisea de tapar los premios con tinta, nos olvidamos de esos extras que habíamos hecho, sobre todo porque no se secaban. Otro tema a solucionar. Agarré dos medias y las llené con talco. ¡Empezamos a aplaudir la media sobres lo pliegos para que se seque la tinta! Parecíamos el fantasma Gasparín, todo blancos de talco. Finalmente, terminamos el trabajo y pasamos a cortar y entregar las raspaditas en Zárate. Felices.

Una semana después me llama Lin. “Javi, ya salió la Play”, me dijo. “Uf, qué rápido” fue mi respuesta. La novedad, sin embargo, no era esa, sino que el premio todavía no lo había anunciado. Yo estaba al horno con papas. La realidad es que la raspadita del premio mayor se la dimos aparte para que él la largara a mitad de mes. Dos días después me suena el teléfono. Otra vez Lin. “Javier, salió otro premio”. ¡Me puteaba en todos los idiomas! Al día siguiente, otro ganador más, y luego un cuarto. ¡Habíamos mezclado nosotros las raspaditas ganadoras! Cuestión que a la cuarta Play Station hubo que cortar el sorteo porque todavía quedaban 16 más por salir. Nos hicimos cargo nosotros del costo de las consolas y seguimos siendo amigos al día de hoy.

Durante 15 días trabajamos gratis, porque nuestra ganancia fue a parar a pagar esos premios. Hoy, muchos años después, reflexiono. Y pienso, ¿quién me quita lo bailado? La experiencia no tiene precio. Si salía bien, ganábamos. Salió mal y perdimos. Como la vida, un ida y vuelta, un equilibrio entre las cosas buenas y malas que nos pasan. Hoy mis hermanos hacen pantallas de LED de una manera muy profesional. Y Jessica es la CEO de la empresa, con grandes conocimientos en comercio exterior. De todo se aprende, siempre. Con paciencia y amor llegás a todos lados.

JBLB. 🦁

Leer Historia
public/blogs/1641501205-costademarfil.jpg

2 Julio, 2020 | Costa de Marfil

Recuerdo cuando hice mi segundo viaje a Costa de Marfil, ya establecido y listo para trabajar con mis compañeros Paco, Leca, Sadia, Tincho, Cari, BA y Mesie BA. Yo paraba en un hotel internacional, más que nada por la comida. Aunque no lo crean, no como cualquier cosa. Cuando viajo, sólo hamburguesas o fideos, porque la comida típica africana no me termina de convencer.

Ese primer día me marcó para siempre. El tema es que estaba con un hambre que me comía una pantalla de LED, ellos me decían de ir de un lado al otro, y la verdad que no me animaba a comer ahí. En ese momento, justo veo un Burger King. ¡Frená!, grité. Esta es la mía, ahí quiero comer. Bajamos y quería todo. Imagínense que yo salía, por ejemplo, el lunes a las 21 horas de Ezeiza y llegaba a las 20 horas del otro día a Etiopía. Me quedaba a dormir y al otro día viajaba a Costa de Marfil. Días de mal dormir y comer mal. La cuestión es que pedí hamburguesas para todos. Empecé a comer sin siquiera levantar la cabeza del hambre que tenía. Pero en un momento miré a mis compañeros y ninguno comía. Le pregunté a mi traductora Cari qué pasaba y me respondió, Javi, ellos la guardan para compartir con su familia, porque esta comida es de ricos.

Juro por Dios que se me fue el hambre, me sentí devastado. Lo que para mí era una simple hamburguesa, para ellos significaba tanto. Me levanté de la mesa y le pedí a Cari que les diga que disfrutaran la hamburguesa y que luego se pidieran otras para llevar a sus casas y compartirlas con su familia. Y que, además, el domingo los esperaba en el hotel para pasar un día de campo, con piscina, parque y juegos. Ese domingo fue para ellos como ir a Disney. Yo estaba muy feliz por verlos felices, porque nunca habían estado en un lugar así.

Nosotros a veces tenemos delante nuestro algunas cosas que no valoramos lo suficiente y no le damos la importancia que se merecen. Una hamburguesa, una piscina o hasta un teléfono celular. Costa de Marfil me hizo valorar muchas cosas que antes daba por sentadas en mi vida. Y me hizo más fuerte para seguir mi lucha de JBLB . Hoy en estos momentos tan difíciles, sin mi papá que me se fue el 28 de febrero y esta maldita pandemia, que lo único que hace es traer tristeza, juro que no es para nada fácil atravesar estos días, pero miro a mis hijas y a todos los que tengo a mi alrededor y digo, vamos Javi, dale, vos podés, y arranco otra vez el día.

Es una batalla que sigo peleando y voy por la victoria, miedo no tengo. Porque mi cuenta es sencilla. Mirá a tu lado y hacé feliz a quienes te rodean, alentá, agradecé. Mirá a tu lado y hacá brillar a los que te acompañan y así todos seremos esos diamantes difíciles de conseguir.

JBLB 🦁

Leer Historia
public/blogs/1641501109-momentosdefuerza.jpg

21 Junio, 2020 | Momentos de Fuerza

Pese a estar viviendo una situación muy difícil en todo el mundo, estos son momentos de mucho orgullo para Grupo Uno LED. Entre todos llevamos adelante un gran proyecto, que fue construir los Tótems LED con sonido, para que las empresas puedan seguir publicitando sus productos y concientizando a sus empleados.

Hoy en día, pese a ser dueño una compañía que busca tener rentabilidad, lo que priorizo es el sueldo de mi equipo y seguir ayudando a los clientes que confiaron en nosotros. Y cada venta de estos Tótems nos ayuda a que no paremos de trabajar. Mientras continúen los sueños y siga vivo el trabajo, nunca nos faltará el futuro. Por más obstáculos que tengamos enfrente, estamos iluminados por Dios, así que si hacemos las cosas bien, vamos a seguir llevando un plato de comida a casa para nuestros hijos. Es lindo entrar a trabajar y encontrarlos a todos felices, me da mucha fuerza para seguir adelante. Y esta innovación de los Tótem con sonido de 2×1 metros, ultra slim, con PC incorporada y WiFi, es una muestra de que a veces en los momentos más duros surgen las mejores ideas.

Si bien en esta página nunca hablo de los productos que fabricamos, durante estas semanas algunos me consultaron por mensaje privado sobre precios y cómo acceder a estos Tótems, por lo que me decidí a escribir este mensaje. Muchos emprendedores como yo, que los necesitan para concientizar a sus empleados, y otros comerciantes que empezaron a reactivar sus comercios y quieren publicar sus ofertas. Si necesitan saber más no duden en contactarme por privado, o directamente al WhatsApp usando el link que voy a dejar aquí abajo, será hermoso poder escucharlos y contarles más sobre la utilidad de este hermoso producto. Tengo una empresa argentina que brinda trabajo a los argentinos, y estoy muy orgulloso de eso.

JBLB. 🦁

Leer Historia
public/blogs/1641501004-creeyconfia.jpg

16 Junio, 2020 | Cree y Confía

Miro esta foto y veo el reflejo del esfuerzo, la perseverancia, la humildad. Palabras que si no las llevás a la práctica solo quedan en eso, palabras.

Siempre estoy pensando qué hacer, qué mejorar, y estoy seguro que ni esta pandemia mundial ni la cuarentena nos van a derrotar. Gracias a Dios cuento con un gran equipo que escucha mis locuras y lleva a la práctica mis ideas. Un súper regimiento de luchadores que quiere hacer historia. No es fácil, el camino es arduo y por eso estoy constantemente hablando y motivándolos a que sigan sus sueños, que en definitiva también son los míos. Somos una familia. Hoy logramos otra meta más en la empresa, “El sonido del León. Ahora sí nos van a escuchar, ahora sí nos vamos a hacer sentir. El destino siempre nos busca, siempre nos rodea, y cada tanto se acerca y le decimos “acá estoy destino, acá estoy destino”.

En la vida solo existen sueños, que nadie te diga otra cosa. No tengas miedo, no arrugues, no te achiques, que es preferible llorar por intentar que lamentarse por quedarse con la duda. Esta foto muestra una innovación en nuestros equipos de sonido, el producto terminado, pero el camino fue muy largo y el secreto fue seguir un sueño. Todos juntos atrás de un objetivo.

Ya lo decía un amigo, “de la nada pasaste a todo y lo das todo para todos”. Hoy es un día más de felicidad para todos los que conformamos este enorme equipo de trabajo de Nexos Trading Argentina y lo quería compartir con todos ustedes. Gracias.

🦁 JBLB

Leer Historia
public/blogs/1641417141-exito.jpg

27 Mayo, 2020 | Éxito

Quiero compartir con ustedes el camino a lo que hoy llamamos éxito.

De niño no viví en un lugar confortable, con todo lo que uno sueña para sus hijos. Pero era feliz. Casa de madera techo de chapa, baño fuera de la casa, para sacar agua teníamos una bomba y la calentábamos para bañarnos en fuentones de acero inoxidable. En verano e invierno, era lo mismo. Olvidate de una ducha. No la teníamos. Así fueron muchos años, comprar fiado, pedir prestado y deber era normal para mamá, ya que se había separado de mi papá cuando yo era pequeño. La vida es así. Fui creciendo. A los 10 años juntaba botellas, cobre, o lo que venga, todo servía para vender. Y también salía en un carro a caballo a vender frutas y verduras a los 11 años. Mi pago era algo de mercadería para llevar a casa. A los 13 repartía volantes para una tienda de ropa en San Martín. Quería regalarle a mi novia de la infancia un oso de peluche y como no tenía plata conseguí ese trabajo. Estuve 15 días repartiendo volantes y finalmente lo compré. Luego trabajaba en un taller de chapa y pintura. Jugaba con el carburo y hacía explotar botellas. También laburé en mecánica de auto. Jamás aprendí algo, pero me creía Reutemann. Fui mozo y portero en fiestas de casamiento y de cumpleaños de 15. Aparte, ya había empezado a trabajar en imprentas. Hacia changas los sábados a la noche en eventos, siempre quería tener mi propio dinero, no paraba de soñar. Empecé el secundario y dejé en 2º año porque necesitaba trabajar. A los 22 años quería tener un auto pero no sabía manejar y empecé a ahorrar, porque quería que el primero fuera un 0km. Y así fue, cuando en 1995, saqué un 147. No sabía cambiar una rueda pero me sentía el mejor piloto. Es más, le cambié las cubiertas porque venían finas y yo lo quería bien fachero. Lo llevé a casa y le dije a mi viejo “pá, prestame una pinza”. Me la da y al rato le digo “papá, estos boludos se olvidaron estos plomos en la rueda”. “¡No!”, me respondió, ¡es el balanceo de las gomas! Casi me mata.

Así fueron pasando los años y las imprentas en que trabajaba, que fueron 20 más o menos, porque no me gustaba que me trataran mal y me iba. A los 27 años, en 2001, me puse una pequeña imprenta, y ahí empezó esa travesía de la vida de grande, de emprender. Sufrimiento tras sufrimiento. No tenía para comer, cambiaba folletos por pizzas, por parrilladas. Caminaba en ojotas para buscar clientes, para no usar el único par de zapatillas que tenía. Y se vino el descontrol en el país. Soñar con cosas buenas todos los días. Siempre feliz y tratando de hacer feliz a los que estaban conmigo. En 2008 me estabilicé y pasó lo del campo, ese paro que fue tan largo. Y de nuevo a lucharla día a día. Pensaba que éramos unos fenómenos en imprenta. ¡Por Dios, qué lindos trabajos que hacíamos! Pero no levantábamos nunca. En 2010 pusimos una heladería para juntar dinero y poder realizar el tratamiento para ser padres junto a Jessica. Me convertí en maestro heladero. Teníamos imprenta, fabricábamos helado y atendíamos una heladería. Combo completo. A las 8 de la mañana arrancábamos en la imprenta. A las 17:30 fabricábamos helado y a las 22 cerrábamos la heladería. Y yo me sentía todo un empresario. En todo lo que hacíamos nos sentíamos los mejores. El nuestro era el helado más rico, teníamos la mejor imprenta. Es más, mis cuentas daban que en un año íbamos a ser millonarios. Obviamente que no pasó. Fundimos y todo nos fue mal: dólar, gripe A, todo, pero siempre firme y con la cabeza en alta. Y también 100 cheques rechazados.

Ya era 2012 y seguimos en el camino a la lucha. Yo siempre le decía a Jessica “nos va a ir bien, ya vas a ver”. Me pasaba días sin dormir, pensando en qué poder hacer. Los domingos a la mañana hacía cuentas pensando que ya llegaría ese día tan soñado. Iba al bingo y creía que le iba a ganar a las maquinitas. Nunca me pasó. Sí recuerdo que una vez ganamos y nos compramos un sommier. Yo no heredé nada, oficio, casa y mucho menos, fortuna. Nada de nada. Muchos años alquilando casas, donde el destino, o mejor dicho el alcance económico, nos permitiera. Y contando las monedas, y si las monedas no alcanzaban nos teníamos que ir. Cuando nos acomodábamos un poco, garrotazo y de nuevo para atrás. Pero sólo retrocedía para tomar fuerzas y arrancar de nuevo. Jamás me levanté tarde. Jamás me quedé en la cama pensando que no se puede. Siempre mi mente era, y sigue siendo, positiva. Yo veía barro y pasaba pensando que no me iba a ensuciar. No tenía miedo a fracasar de nuevo, me seguía diciendo a mí mismo que había que intentar. Hasta publiqué en Mercado Libre, gracias a una idea de Jessica, que un día me dijo “¿por qué no hacés un asado a domicilio?”. Y bueno, otra changa más. Total, de caradura nadie me gana.

Fácil sería que me dieran un préstamo o una casa. Un solo amigo rompió el chanchito y me dio sus ahorros para que pueda comprarme una guillotina de mesa en el 2001. Y ese amigo es el Pela. Hoy es mi ingeniero e instalador de todas las pantallas. Pudimos hacer el tratamiento con la plata de las máquinas de helado. Y la recompensa lo fue todo: queríamos ser padres y lo fuimos. Nacieron Ornella y Berenice. Ellas son mis ángeles. A partir de ahí, mi vida cambió. Por ellas doy mi piel, mi vida, todo. Cuando ellas vinieron no habíamos pagado el alquiler de la casa donde vivíamos. A sus tres meses recibí ese llamado tan hermoso preguntándome si vendía pantallas aunque no tenía idea lo que eran. ¡Sí! Aunque no lo crean, ahí empezó este sueño tan hermoso que vivo hoy. ¡Cómo no ser feliz! Cómo no ser positivo si tengo lo que quiero. Cómo no estar contento si llegue a esto que tanto busqué. Y sí que lo busqué, eh. Siempre decía “ya va a llegar ese día”. Lo dije siempre, porque siempre lo imaginé. Lo soñé. Soñé casa, auto, viajar. Pero también soñaba ver personas felices. Soñaba ayudar a mi familia. Hoy puedo decir que cumplí y sigo cumpliendo mis sueños. ¿Saben lo que es trabajar con tu familia y amigos del alma? Saber que podes protegerlos y compartir todo lo bueno que te pasó, y te sigue pasando. Dejando rencores, odios, malos recueros.

No sé lo que es odiar, no sé lo que es la envidia, no tengo rencor. Sólo tengo amor y felicidad para brindar. ¡Qué me hablan de que no se puede! ¡Qué me hablan de sacrifico! ¡Qué me hablan de no intentar! Cuando pude, pagué todas mis deudas del pasado. Después de 2, 3, 4 años. Tardé, pero lo hice. Tengo la cabeza al frente como un león y rujo como él. Me hago sentir, porque me siento fuerte. Siempre lo fui y hoy más, porque muchas personas dependen de mí. Yo atiendo todos los días, jamás desconecto mi teléfono. Esté donde esté. En China, en Miami, en Dubai, en Dominicana o en donde sea. Aprendí a lo largo de mi vida dos cosas: valores y respeto. De la nada se puede hacer todo, y de ese todo tenés que compartir. Eso te va a hacer feliz y vas a hacer felices a muchas personas, para que el día que te toque partir lo puedas hacer en paz. Me queda un largo camino por delante. Y mi fin es que se me recuerde con un solo lema: JAMÁS BAJES LOS BRAZOS.

🦁

Leer Historia
public/blogs/1641417089-chilecito.jpg

13 Mayo, 2020 | Chilecito

Siempre es bueno mirar hacia atrás para saber de dónde se viene y tener mucho más claro hacia dónde se va. Revisando fotos viejas me encontré con esta, de una pantalla 3×2 que instalamos en Chilecito cuando esta historia recién comenzaba.

Era la tercera instalación que hacíamos y el engranaje aún no estaba del todo aceitado. Marcos, el cliente, compró la pantalla conociéndonos por internet y la única manera que teníamos de retirar la seña era viajar 17 horas hasta Chilecito, cobrar y volver en el día. Tan en el día, que entre la llegada del micro de ida y la salida del de vuelta, tenía sólo una hora y media para retirar la plata de la panadería de Marcos. De yapa, me pasé todo el camino pensando si él había entendido bien el monto del adelanto. Mi duda pasaba por un cero de diferencia. Un cero puesto a la derecha, obviamente. Vale aclarar que ese fue mi primer viaje largo, pero valió la pena, no sólo porque el cliente sí había entendido bien la cifra, sino porque aproveché el tiempo para leer entero el libro El Secreto, que siempre lo recomiendo cuando alguien me pregunta.

Llegué a Buenos Aires y al día siguiente me llamó Marcos. “Javi, tengo un problema”, me dijo. Lo primero que pensé fue cómo le iba a devolver la plata. Lejos de eso, me contó que enfrente de su local iban a poner una pantalla y que necesitaba que le hiciéramos la instalación lo antes posible. Llamé a mi proveedor para apurar los tiempos, pero eso iba a costar un 10% más. Le trasladé el mensaje a Marcos que aceptó sin problemas. Claro, eso significaba un nuevo viaje a Chilecito para retirar el monto agregado. Repetí el viaje, otros dos días entre ida y vuelta. Tras dos días de descanso en Buenos Aires, contraté un flete para la pantalla, y junto a mi equipo a bordo de mi camioneta partimos nuevamente para Chilecito. Esta vez con una pequeña diferencia. Las 17 horas las tenía que pasar manejando, en lo que era mi primer viaje tan largo como chofer en una ruta que, de más está decir, no conocía.

Así, junto a Rodrigo, Leonel y Gino, emprendimos el viaje que fue toda una odisea. La noche nos encontró en las Altas cumbres de Córdoba, yo no veía nada y era el que más miedo tenía. Para colmo, Rodrigo no tuvo mejor idea que poner audios de historias de terror. Un escenario único, que se hizo más intenso cuando paramos en un humilde hotel donde se escuchaban los ruidos de todo tipo de animales.

Una vez llegado a Chilecito me esperaba otro desafío. Jamás había instalado una pantalla y ahí estaba, con todas las herramientas como si fuera un Maestro mayor de obras. Lo bueno: nos dejaron la llave de la panadería, que cerraba al mediodía, y a cada rato nos tomábamos el café con leche con las mejores medialunas. Finalmente, con un hermoso paisaje de fondo, instalamos la pantalla y la probamos con las imágenes de la película Iron Man 3. A los pocos minutos la gente se fue acercando a la plaza para mirar la pantalla e incluso nos pedían que la pusiéramos de nuevo.

Son muy lindos los recuerdos de aquellas primeras épocas en las que había que poner el pecho para sostener un negocio que recién empezaba, pasando por todas las actividades desde que el cliente pedía la pantalla hasta que probábamos que anduviera todo bien. Hacerse de abajo no sólo es importante para saber de dónde se viene sino para entender el proceso y valorar el gran trabajo que realizan los chicos del equipo.

🦁

Leer Historia
public/blogs/1641417024-problemas.jpg

29 Abril, 2020 | Problemas

Les voy a contar una historia que ocurrió allá por el año 2009, cuando decidimos apostar a tener otro ingreso de dinero para realizar el tratamiento para poder tener a las mellis. Nos estábamos moviendo por cielo y tierra pero cada vez se hacía más difícil. Con Jessica nos moríamos de ganas de ser papás, pero no encontrábamos la forma de lograrlo. En pocas palabras, teníamos un problema, pero no podíamos resolverlo. Sin embargo, una tarde pasó algo que me hizo ver las cosas de otra manera.

Por aquel entonces necesitábamos dinero y la imprenta no dejaba mucho, así que decidimos fabricar helado. Sí, así es, soy maestro heladero también, y voy a contarles algo cómico. Era un sábado de noviembre, con 29 grados de temperatura y un sol hermoso. El cielo estaba celeste y apenas se veían unas pocas nubes blancas. Mi hermano Leo, con la bici, llevaba pedidos. El teléfono sonaba, mamá atendía y anotaba. Jessica y yo preparábamos los potes, y de paso nos robábamos alguna cucharada. Ese día me cargaban porque también vendíamos helado de palito de crema, y había uno que tenía una carita amarilla, con pelo y barba marrón. Me decían que se parecía a mí. Al principio nos reíamos todos, pero después de un rato el chiste ya cansaba.

En un momento en que me encontraba solo, entró una señora de unos 35 años, rubia, alta, muy refinada para lo que era nuestra heladería.

– ¡Buenas tardes!
– Buenas tardes. Le digo yo.

Antes de continuar, les cuento un poco cómo estaba armada la heladería. Tenía dos entradas. Por la izquierda entrábamos nosotros, que atendíamos, y por la derecha entraban los clientes. A su vez, los clientes se apoyaban en una ventana, y por ahí los atendíamos. Ellos podían ver el cartel con los gustos y cuatro pozos de frío, donde guardábamos el helado. Los restantes cuatro pozos no los veían los clientes. Vuelvo a la señora. -¿Me das un cucurucho?- me dice la rubia.

En ese momento mi cara se transformó. Vuelvo a abrir un paréntesis. La que preparaba los cucuruchos era Jessica, yo nunca había armado uno. Sabía realizar el resto de las tareas, pero esa específicamente no. Y como dije antes, en ese momento Jessica había salido. Cierro paréntesis. -¿No preferís un cuarto? Por la misma plata te entra más helado-. Le sugerí.
-¡No! Te pedí un cucurucho-. Respondió firme.

Empecé a transpirar. No estábamos en momentos de perder clientes y mucho menos por un motivo así. La mujer no debía entender absolutamente nada. Con la frente sudándome y todo colorado:

-¿De qué gustos lo querés?- Pregunté. -Dulce de leche granizado y frutilla a la crema. Por favor, el dulce abajo y arriba la frutilla.

Con los guantes transparentes ya puestos, saqué el pote de dulce de leche que estaba enfrente de la clienta. Relleno el cucurucho y me voy hacia el otro lado de la heladería, donde está el pote de frutilla a la crema. Con mi mano izquierda tenía el cucurucho y con la derecha la cuchara con la que le iba agregando la frutilla. “¿Y ahora cómo le doy forma?”, pensé. Sin dudarlo demasiado, solté la cuchara y empecé a moldearlo con la mano cual castillo de arena, hasta que se viera como un cucurucho casi perfecto, de esos que sólo existen en los carteles de las heladerías.

Con mi mejor cara me acerqué a la ventanilla, se lo extendí a la clienta, que muy contenta me dijo:

-¡Es perfecto!
-Y sí, señora, son años-. Respondí con una sonrisa.

A veces hay que buscarle una salida a los problemas antes de empezar a sufrir por ellos. Ese cucurucho, en principio insignificante, me había mostrado que siempre hay una solución, tanto para quedar bien con una clienta como para la dificultad que teníamos en ese momento para tener hijos. Sólo es cuestión de tomarse un tiempo, confiar en uno mismo y saber leer el problema para que deje de ser problema.

JBLB 🦁

Leer Historia
public/blogs/1641416248-golpes.jpg

23 Abril, 2020 | Golpes

Golpes. Golpes fuertes que molestan. Golpes suaves que duelen . Golpes tiernos que no se sienten. Golpes que no los sentimos pero están. Golpes y más golpes. Todos recibimos golpes, nadie se escapa de ellos. La noticia misma puede ser un golpe fuerte. O no. Alguien nos dejó en la Tierra para que aprendamos a afrontar los golpes. Alguien nos dijo acá “estas acá, hacé acá, sentí”. Lo más duro es soportar el golpe y la sabiduría está en saber cómo hacer que nos duela menos. Los podemos esquivar, pero eso sería escaparles. También los podemos afrontar, luchar contra ellos.

Si lo esquivas, jamás vas a saber si estás preparado para la lucha de la vida. Si los afrontas, el golpe puede ser fuerte, pero seguro no te derribará. Siempre hay que enfrentar los golpes de la vida, sin importar lo duros que puedan ser. Por más que el dolor no pueda evitarse, por más que no duela hasta el alma. Nacimos sin saber qué hacer y crecimos sabiendo qué hacer. Uno elige su camino y los riesgos que corre, pero jamás debe esquivar los golpes. Enfrentá a la vida y demostrá que podés. Luchá. Luchá hasta desvanecer, que no te atrapen las garres del “no puedo”, que lluevan lágrimas de tu cara, y cuando te mires al espejo y te veas destrozado de dolor, mirá para atrás y decí ¡lo logré! Ahí serás condecorado con la medalla de la valentía y dejarás valores a los tuyos, y ellos después aprenderán del maestro que derrotó al golpe.

Jamás descuides lo que amás por esquivar un golpe, porque nunca te lo perdonarás. Sé valiente, sé vos. Sé el David de tu vida y enfrentá sin miedo los grandes golpes de Goliat.

JBLB 🦁

Leer Historia
public/blogs/1641416199-soyramon.jpg

15 Abril, 2020 | Soy Ramón

Golpes. Golpes fuertes que molestan. Golpes suaves que duelen . Golpes tiernos que no se sienten. Golpes que no los sentimos pero están. Golpes y más golpes. Todos recibimos golpes, nadie se escapa de ellos. La noticia misma puede ser un golpe fuerte. O no. Alguien nos dejó en la Tierra para que aprendamos a afrontar los golpes. Alguien nos dijo acá “estas acá, hacé acá, sentí”. Lo más duro es soportar el golpe y la sabiduría está en saber cómo hacer que nos duela menos. Los podemos esquivar, pero eso sería escaparles. También los podemos afrontar, luchar contra ellos.

Si lo esquivas, jamás vas a saber si estás preparado para la lucha de la vida. Si los afrontas, el golpe puede ser fuerte, pero seguro no te derribará. Siempre hay que enfrentar los golpes de la vida, sin importar lo duros que puedan ser. Por más que el dolor no pueda evitarse, por más que no duela hasta el alma. Nacimos sin saber qué hacer y crecimos sabiendo qué hacer. Uno elige su camino y los riesgos que corre, pero jamás debe esquivar los golpes. Enfrentá a la vida y demostrá que podés. Luchá. Luchá hasta desvanecer, que no te atrapen las garres del “no puedo”, que lluevan lágrimas de tu cara, y cuando te mires al espejo y te veas destrozado de dolor, mirá para atrás y decí ¡lo logré! Ahí serás condecorado con la medalla de la valentía y dejarás valores a los tuyos, y ellos después aprenderán del maestro que derrotó al golpe.

Jamás descuides lo que amás por esquivar un golpe, porque nunca te lo perdonarás. Sé valiente, sé vos. Sé el David de tu vida y enfrentá sin miedo los grandes golpes de Goliat.

JBLB 🦁

Leer Historia
public/blogs/1641416154-paciencia.jpg

10 Abril, 2020 | Paciencia

No todo lo que brilla es oro. A veces pensás que hacés bien. A veces creés que ayudás. A veces creés que hablás y te escuchan. A veces sentís que tu abrazo sincero es recibido de esa forma. A veces ponerle la mejor intención a todo lo que uno hace no alcanza para que los otros lo reciban así.

Hoy tuve un revés inesperado, de esos que te desilusionan fuerte, te descolocan y te dejan pensando. Siempre cuando estoy en el trabajo soy muy feliz y es mi mayor objetivo que quienes me rodean se sientan igual. Dar trabajo, hacerlos sentir seguros y ayudar a que creen un futuro mejor. Escucharlos. Entenderlos. Acompañarlos. En eso me enfoco todos los días desde hace seis años.

Pero no todos lo entienden, no todos lo ven así. No todos comprenden el grado de responsabilidad y la pasión que uno le pone a esto, todos los días. Hoy creen que soy un empresario más, que voy a hacer lo mismo que todos. Jamás fui egoísta, permanentemente estoy pensando en cómo hacer para que funcione en este bendito país, con todas las dificultades que tenemos. Hoy enfrentamos una pandemia mundial, un problema de escalas inimaginadas y a la primera de cambio ya no creen en uno. Pero la vida continúa y jamás cambiaré mi forma de ser. No me van a ver caer ni ser un empresario como todos los demás.

Juntos saldremos de esta, aunque muchos lo sientan lejano, yo sé que sí. La paciencia es una virtud que no la tiene cualquiera y debemos ser fuertes. El respeto se logra con respeto y la humildad no se falsea, porque tarde o temprano la verdad sale a la luz. Siempre les digo que jamás hay que bajar los brazos, y eso hoy, como tantas otras veces, también me lo repito a mi mismo.

JBLB 🦁

Leer Historia
public/blogs/1641415699-furgoneta.jpg

8 Abril, 2020 | La Furgoneta

En abril del 2018, en mi segundo viaje a Costa de Marfil, los técnicos que había contratado me estaban volviendo loco para que compre una furgoneta, como le dicen ellos. Paco, Leca y Sadia, me insistían todo el tiempo. Como yo no hablo una palabra en francés, Carine, mi traductora, me decía todo. A ellos se los veía medio enojados a veces porque tenían que moverse en taxi. Yo les decía “amigos, paciencia que ya va a llegar”. Ellos argumentaban que al ser una empresa internacional, no podían ir en taxi a ver a un cliente, que lo correcto era hacerlo en “furgoneta”. Con mucha paciencia, les explicaba que la empresa era nueva y necesitábamos más ventas para hacer la inversión.

Era difícil, porque todos nos miraban enojados y mi traductora no daba abasto con las explicaciones. Entonces, con gestos, yo mismo les terminaba diciendo “Basta, loco, ya la vamos a comprar”. En junio, y sin que pararan de insistirme, volví a viajar. Fui cargado hasta la manija. Llevé dos valijas repletas de herramientas, además de chombas, lapiceras, gorras, dos cámaras de video y otras cosas que ya ni me acuerdo. De yapa, tuve que quedarme una noche en Etiopía hasta que me devolvieran las maletas, ya que no me las habían dejado pasar.

Cansado de caminar y de renegar, por fin llegué a Costa de Marfil. Grandote, colorado, con cadenas y anillos de oro, tatuajes y zapatillas llamativas. Me dije “¡van a pensar que soy el hermano de Pablo Escobar!”. Y sí, los policías de la Aduana pensaron eso. Tras un largo rato de discutir, sin que me entendieran una sola palabra, por fin pude salir del aeropuerto. Afuera, me estaban esperando Carine y los técnicos. Lo primero que les dije, ya recuperando un poco el humor, fue “¿y, vieron alguna furgoneta?”. Me dijeron que sí y allá fuimos.

El momento había llegado. La compra se realizó exitosamente y todo fue felicidad. Nos abrazamos, festejamos y se generó un clima muy lindo. El mecánico se comprometió a llevarla a la oficina, para el día siguiente usarla para trabajar. Ahora sí, todos felices y contentos.

Al día siguiente, como es costumbre, desayunamos todos juntos. Cuando estábamos por terminar le pedí a Cari que les diga a los técnicos que me lleven a comprar unas herramientas que estaban haciendo falta. Cuando se los comunicó, les cambió la cara por completo. Empecé a notarlos muy nerviosos. Algo no andaba bien. Y empeoró cuando Carine me dijo “Javier, los chicos tienen que decirte algo”. No lo podía creer. Pensé que me iban a pedir un aumento, pero recién llevábamos tres meses trabajando. No podía ser, ¿qué estaba pasando ahora?

Los tres se pararon enfrente mio. No paraban de hablarme. “No los entiendo, muchachos, ¿qué quieren?”, alcancé a responderles. Hasta que Carina me dijo, textual, “no saben manejar”. “¿Quéeeee?, no puede ser, decime que es un chiste” fue lo mínimo que le dije. No podía entender lo que pasaba. Tres meses comiéndome la cabeza, ellos y yo mismo, y ahora que la furgoneta estaba ahí, reluciente, esperándonos en la puerta no la podíamos usar.

Finalmente contraté a un chofer y problema solucionado. Ese viaje fue muy estresante, tanto que me vuelvo a estresar al recordarlo. Es muy difícil estar en un país con otro idioma y diferentes costumbres, aunque la filosofía siempre será la misma “a darle para adelante, que el sol siempre brilla”.

JBLB 🦁

Leer Historia
public/blogs/1641415628-destino.jpg

3 Abril, 2020 | Destino

En estos tiempos difíciles siempre hay una linda historia para contar. Hace pocos días recibí un mensaje de José María, mi proveedor en China, agradeciéndome por haberle salvado la vida. Me sorprendí tanto como ustedes mientras leen esto. Resulta que para el Año Nuevo chino le había realizado un pedido grande de mercadería. José me respondió que tenía pensado viajar a España, de donde es oriundo, para pasar los feriados con su familia, como así también la gente que trabaja con él. Me dolió decirle que si bien lo entendía, necesitaba la mercadería sí o sí, no sólo para cumplir con mis clientes sino también para seguir dándole trabajo a mucha gente. Ante mí pedido, José convenció a su cuadrilla de casi 50 personas para quedarse trabajando.

Recuerdo las palabras de José María en aquel momento: “Javier, yo lo voy a hacer por vos”. Poco tiempo después, el Coronavirus se propagó por Wuhan, la ciudad de la que era oriundo el equipo de trabajo, y a la cual hubieran viajado de no haberle insistido para quedarse trabajando. Ellos quedaron en cuarentena y hoy están sanos y salvos.

Les comparto el mensaje de José María: “Mi querido Javier. Fijate las vueltas que da la vida, a mediados de enero era el Año Nuevo Chino. Siguiendo tus indicaciones dejamos una cuadrilla de trabajadores, que como sabes son todos oriundos de Wuhan, provenientes de familias humildes. Todos los años, para esa fecha, regresan por 30 días para la celebración, y sus hogares quedan muy cerca del mercado de mariscos, que fue tan fuertemente azotado por el virus. Lo que eran quejas y regaños de esos humildes trabajadores, hoy son alabanzas y agradecimientos hacia vos y tu equipo, pues se puede decir que les has salvado la vida, ya que ciertamente de haber regresado hubieran quedado en el epicentro de la catástrofe. Por lo que te están, y nosotros también, profundamente agradecidos. Nunca sabremos ciertamente el motivo, pero Dios nos tiene preparados algo bueno por cada acción. Ahora no sólo han salvado sus vidas y visto triplicados sus ingresos por trabajar en un día festivo, sino que además están perfectamente bien en el recinto cerrado de nuestra fábrica, a la que representas mundialmente, y trabajando, mientras dos terceras partes del país no están autorizados a hacerlo. Muchísimas gracias, de corazón, mi querido Javier, por traernos tan buena suerte”.

No puedo dejar de pensar en el destino, y en que a veces, el sacrificio y la buena voluntad para cumplir con un pedido que significaba trabajo para mucha gente, son recompensados con algo mucho más grande, como es la salud.

JBLB. 🦁

Leer Historia
public/blogs/1641415517-sera.jpg

30 Marzo, 2020 | ¿Será Así?

¿Será así?

¿Será así, que nos encontramos en una situación desconocida?

¿Será así, que pensamos que nunca pasaría?

¡Es así! Que ahora sabemos a quien tenemos a nuestro lado.

¡Es así! Que vemos a nuestros hijos, padres y decimos “¡acá están!”

¡Es así! Que ahora sabemos qué necesitamos.

¡Es así ! Que ahora disfrutamos del silencio y el viento.

¡Es así! Que ahora pensamos, razonamos y proyectamos.

¿Saben qué? Tenemos para largo rato con esta maldita pandemia. Los JBLB la vamos a respetar como ella a nosotros. El momento de los héroes desconocidos, de los genios escondidos, de los padres y hermanos. En este tiempo que queda de aislamiento te invito a proyectar, a mirarte en el futuro. Es el momento de tu cambio de camiseta, la camiseta del poder del aguante, la del chaleco anti pandemia. Es el momento, es ahora. Que tus ideas vuelen, que se gaste la tinta escribiendo lo que sea. Frases, garabatos o simplemente la tarea de tus hijos.

El JBLB nunca se rendirá ante el virus. Siempre daremos batalla con nuestras armas, que ya las tenemos y las sabemos usar: jabón, alcohol en gel, barbijos, y la más poderosa de todas que es no salir de casa. Estamos armando un ejercito de JBLB. Sumate, y de acá todos salimos héroes. 🦁

Leer Historia
public/blogs/1641415463-cuarentena.jpg

26 Marzo, 2020 | Cuarentena

Hola amigas y amigos, estoy muy feliz de saludarlos. Luego de volver el 14 de marzo de unos de mis viajes a visitar las empresas que tenemos en otros países, me quedé aislado en cuarentena en casa. Lejos de mis hijas, de la familia, y por primera vez en mucho tiempo sentí que no tenía fuerzas. Hoy me levanté pensando en el JBLB que siempre les digo, jamás bajar los brazos, y no podía ser que yo no lo estuviera aplicando. Así que vamos para adelante, a cuidarnos y respetar las normas que nos piden para también cuidar a nuestro prójimo. Somos los leones y las leonas que vamos a cambiar este rumbo del mundo y derrotar al Coronavirus. Cuéntenme cómo la están pasando en esta cuarentena. JBLB. 🦁

Mirá el video en el siguiente enlace: https://youtu.be/DkR3xbgy7T4

Leer Historia
public/blogs/1641415424-deriver.jpg

10 Marzo, 2020 | De River, Pero Feliz

Soy de River, pero la noche del sábado en la que Boca salió campeón fui feliz. Inclusive aunque mi amado club no haya conseguido la victoria. Yo estaba feliz porque mi amigo-hermano, Juan Pablo, fanático de Boca estaba muy contento. Y su felicidad, y la de tantos hinchas de Boca que son familiares y amigos, también es la mía.

Muchos padres del colegio al que van mis hijas, en el grupo de WhastApp me cargaban. Y yo les respondía que estaba contento, feliz por ellos. Creo que para las personas de bien tiene que predominar siempre la felicidad de los otros cuando uno ya es feliz. Porque River viene bien, fue campeón muchas veces en todos estos años. Cuando vi el gol de Tévez, la manera en que lo gritó, mezclando euforia con desahogo lo primero que hice fue imaginarme a mi amigo que fue a la cancha, pensando en cómo lo estaría gritando, qué estaría sintiendo en ese momento, hasta dónde lo habrá llevado la pasión en esos instantes.

Soy fanático de River. Mi familia es de River. Mis hijas mellizas son de River. Mi papá que me dejó hace una semana era de River. Mi ídolo es Gallardo, a quien tuve la suerte y el placer de conocer hace pocos días. Y puedo decir que estoy feliz que haya salido campeón Boca. Porque eso le dio felicidad a mucha gente, a muchos chicos, a mi amigo Juan Pablo, a quienes trabajan conmigo, que hoy lunes entraron con una sonrisa de oreja a oreja.

En la vida aprendí que es más difícil hacer las cosas bien, que lo fácil es hacerlas mal. Sería fácil elegir el camino del enojo, del odio, del enfrentamiento. Me quedo con el difícil, el de reconocer que ellos fueron mejores en este torneo, felicitarlos, y con un abrazo decirles lo feliz que me pone verlos tan contentos. No tengo ninguna duda que es el recorrido más difícil, pero también es el más lindo.

JBLB 🦁

Leer Historia
public/blogs/1641415202-elidolo.jpeg

9 Marzo, 2020 | El Ídolo Marchó

El 28 de febrero será siempre un día emotivo.

El hijo del ídolo conoce a su ídolo.

El papá se emociona y le cuenta al mundo, feliz y contento, que ya se siente lleno. Lleno de amor, de emoción, de orgullo.

El ídolo se despide con una sonrisa y feliz. Él logró ver al equipo armado y formado. Sus jugadores unidos y preparados para la gran final.

El partido de los valores y la unión.

El partido que les dará el triunfo hacia futuro de sus hijos y sus nietos.

El legado que deja es el del amor al prójimo, el de hacer el bien.

El viejo, como te decían todos. Todos te querían, todos te admiraban

El viejo gruñón, el viejo joven, el joven viejo. El viejo, simplemente.

Jugabas en toda la cancha, las pedías todas. ¡Pásala, viejo, te gritaban!

Viejo, unos mates. Viejo, pagate la Coca. ¿Y, viejo ? ¡Las facturas!

El viejo te esconde las herramientas. El viejo se enoja, el viejo te cuida, el viejo te encamina.

Dios sabe que se llevó al más grande. Dios se llevó al mejor.

Se ve que necesitaba a un ídolo en el cielo, alguien que dirija y enseñe.

Viejo, te fuiste joven y lleno de orgullo por tus hijos. Los viste unidos y felices.

Viejo, querido viejo, ¡te extrañamos!

Tu nombre siempre va a ser recordado con valor.

El viejo gruñón.

JBLB. 🦁

Leer Historia
public/blogs/1641415022-libros.jpg

9 Marzo, 2020 | Libros

Hace un par de semanas les hice un regalo a todos los que trabajan conmigo. Ese obsequio fue un libro. Eso mismo que me hubiera gustado que hicieran conmigo hace mucho tiempo, decidí hacerlo yo con ellos. Los títulos y los escritores eran variados. Había clásicos, novelas, poesías, etc.

Y lo hice porque me gusta que quienes trabajan conmigo sean instruidos, que sepan expresarse, que puedan mirar a los ojos sin vergüenza y plantarse con firmeza ante cada situación de la vida. Que tengan cultura y conocimiento, y que si un día entran a mi oficina me pidan, que me exijan, que me desafíen, que yo también pueda aprender de ellos.

Días después de regalar los libros me crucé a un Pastor y le conté la iniciativa. Me miró y me preguntó si me gustaba leer. Me quedé pensando un segundo y le contesté con total sinceridad que no, que no me gustaba, que no lo hice de chico y tampoco de grande, pero que yo lo hacía para que quienes trabajan conmigo puedan ser mejor que yo.

JBLB. 🦁

Leer Historia
public/blogs/1641414974-elchalecodefuerza.png

20 Febrero, 2020 | El Chaleco de Fuerza

Quería contarles una pequeña anécdota que me pasó en República Dominicana. Llego al hotel, muerto de calor y cansado, entonces me voy directo a ducharme. Me quedo unos 20 minutos debajo del agua, bien relajado. Cierro la canilla y tengo dos toallones para secarme, más una bata de salida de baño. Primero dudé en ponérmela, pero una vez más no pude con mi genio. “Ma´ sí, yo me la pongo”, pensé. Estaba todo mojado y arrancó el desafío de la bata. Cuando logré ponérmela me quedaba a la altura de la panza. Caminaba por la habitación y parecía un pingüino blanco. Cuando por fin me la acomodé me sentí Brad Pitt en tamaño familiar. Ya contento con la primera meta cumplida, ahora el segundo objetivo era sacármela. Y obviamente no podía, porque de lo mojado que estaba yo y de lo chiquita que había quedado la bata, parecía un traje de buzo. Me agarró la desesperación, algo así como si tuviera puesto un chaleco de fuerza. Y pensaba “le doy con la cabeza a la puerta, a ver si así me escuchan y me ayudan”. Pero ¿qué iba a decir?, ¿que me quedé atrapado en una bata de baño? Y aparte me iban a ver desnudo. Estuve 10 minutos con las manitos para atrás, como si intentara volar, cual ave pesada. Luego, respiré y empecé a usar la pared, como rascándome. Subía y bajaba. Ahí logré salir de las garras de la bata loca. Ya pasado el percance, me morí de risa. Moraleja: nunca subestimar a nadie. La estrategia que aplico a mis empresas no la pude llevar a una simple bata de baño, que tan simple y cotidiana, me recordó que jamás hay que bajar la guardia. Sobre todo en el mundo de los negocios.

JBLB. 🦁

Leer Historia
public/blogs/1641414916-esemocionante.jpg

12 Febrero, 2020 | Es Emocionante Ver Crecer A La Familia

Quiero compartir con ustedes este viaje que comenzó en Uruguay y luego siguió en Argentina con mis guerreros de Nexos. De ahí, partí hacia Bolivia para encontrarme con los leones que trabajan allá. Estuve tres días en cada país. Y desde Bolivia me fui volando hasta República Dominicana, para encontrarme con mi sangre. Porque es hermoso trabajar con mi hermana, mis sobrinos y mi cuñado, instalando todos juntos pantallas de LED en las muchísimas iglesias que hay en este hermoso país.

Es difícil encontrarse lejos y a la vez tan cerca de mi hogar, porque extraño horrores a mis hijas, pero también tengo la suerte de compartir esto con mis sobrinos. Llegar cada día al trabajo en este lugar es una experiencia hermosa. El esfuerzo y sacrificio es tan lindo cuando el resultado es la felicidad de tu familia. Solo sé agradecer a Dios por todo lo que él me acompaña y apoya. Y se valora más cuando pasamos momentos difíciles, como cuando a mis sobrinas, que tienen 18 y 7 años, sufrieron un asalto en San Justo, en Buenos Aires, en el cual le apuntaron a la más chica con un arma en la cabeza. Esa imagen es un recuerdo muy triste que siempre vuelve a mi mente.

Pero todo cambió cuando ellos llegaron a República Dominicana. Y hoy están felices y tranquilos, manejando la empresa con todo su corazón, como lo hago yo. Es emocionante ver crecer a la familia. Mis hermanos y mis padres están conmigo, trabajando codo a codo y eso es impagable. Las abuelas de mis hijas están felices y yo estoy eternamente agradecido por el amor que les dan. Si Dios me ayuda seguiré abriendo empresas para continuar alimentando corazones, siempre con humildad y trabajo.

Hoy, desde República Dominicana, les trasmito buena onda a todos. Los sueños están para cumplirse. No descanses que ya habrá tiempo para eso, no te duermas que tendrás toda la eternidad para hacerlo, sé tenaz, sé fuerte y no le tengas miedo a la vida, que es maravilloso vivirla y compartirla.

JBLB. 🦁

Leer Historia
public/blogs/1641414849-feliz.jpg

7 Febrero, 2020 | Feliz

Feliz de existir.
Feliz de estar.
Feliz de crecer y de ver crecer.
Feliz por los hijos, feliz por la vida.
Feliz por la familia y por los amigos.
Feliz por los que nos aman y por los que no.
Feliz por lo que vendrá y por lo que pasó.
Feliz por el trabajo y la perseverancia.
Feliz porque estamos vivos.
Feliz por saber que Dios nos ama.
Feliz por dar y recibir.
Feliz por los cambios que vendrán.

¡Felices debemos ser siempre! Es lindo levantarse con una sonrisa y poner un poco de música mientras nos cepillamos los dientes. Esa sonrisa de la mañana hará el día más corto y hermoso en el trabajo.
Sonríele a tus hijos. ¡Sonreí!
Seamos felices, amigos.
¡Siempre felices!

JBLB. 🦁

Leer Historia
public/blogs/1641414795-viejos.jpg

27 Enero, 2020 | Viejos Queridos

Estoy sentado en el piso 25 del Hotel Radisson de Montevideo. Por la ventana sólo veo barcos, algunos grandes, otros chicos e incluso un crucero. Me detengo a mirar los más viejos, algunos hundidos. Están al lado de los más nuevos, pero ellos sufren la oxidación y el abandono, como si cada día se sumergieran un poco más en lo profundo del agua. Esto me hace pensar en lo egoístas que somos con las personas mayores, con los que nos llevaron de la mano, con los que nos enseñaron, con los que aprendimos, con los que nos reímos y con los que lloramos. A veces las personas se olvidan de ellos y de lo que significaron. Padres y abuelos, los responsables de que hoy estemos acá. Ellos se merecen lo mejor, que ahora seamos nosotros quienes los cuidemos, porque cuanto más pasan los años, más nos necesitan.

Un abrazo, un “te quiero, viejo”, un “¿necesitas algo?”, un “llamame que estoy acá”, todo lo que a nosotros también nos va a gustar que nos digan cuando seamos viejitos y necesitemos más que nunca del cariño de nuestros hijos y nietos. Por eso, disfrutemos al máximos a nuestros padres y abuelos, que tenemos la suerte de tenerlos. Juguemos con ellos a las cartas, escuchemos sus consejos y sus historias de vida. Traigamos nuestros recuerdos al presente y que los viejos se sientan pibes de nuevo. Ellos se merecen todo, como estas lágrimas que se me caen recordando a mis abuelos que ya no están.

JBLB. 🦁

Leer Historia